En aquel tiempo, Pedro, tomando la palabra, le dijo a Jesús: «»Señor, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido, ¿qué nos va a tocar?»» Jesús les dijo: «»Yo les aseguro que en la vida nueva, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, los que me han seguido, se sentarán también en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Y todo aquel que por mí haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o esposa o hijos, o propiedades, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna»».
Palabras de los Papas
«La respuesta de Jesús es clara: “Yo os digo: no hay ninguno que haya dejado todo sin recibir todo”». No hay término medio: «Ya lo ves, nosotros hemos dejado todo», «recibiréis todo». Hay sin embargo «esa medida desbordante con la que Dios da sus dones: “recibiréis todo. Nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madres, padres, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, que no reciba ya ahora en este tiempo quedará sin recibir cien veces más en casas, hermanos, hermanas, madres, campos, y la vida eterna que vendrá”. Todo». «El Señor no sabe dar menos de todo. Cuando Él dona algo, se dona a sí mismo, que es todo». (Papa Francisco – Homilía Santa Marta, 28 de febrero de 2017)