En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que Jesús no hubiera cumplido con la ceremonia de lavarse las manos antes de comer.
Pero el Señor le dijo: “Ustedes, los fariseos, limpian el exterior del vaso y del plato; en cambio, el interior de ustedes está lleno de robos y maldad. ¡Insensatos! ¿Acaso el que hizo lo exterior no hizo también lo interior? Den más bien limosna de lo que tienen y todo lo de ustedes quedará limpio”.
Palabras del Santo Padre
A quienes que Jesús reprende: «gente que sigue la religión del maquillaje: la apariencia, el aparentar, el hacer como que, pero dentro…». Para ellos, subrayó el Papa, Jesús usa «una imagen muy fuerte: “vosotros sois como los sepulcros blanqueados, bonitos por fuera pero dentro llenos de huesos, de muertos. «Pidamos al Señor que no nos cansemos de ir por este camino, de no cansarnos de rechazar esta religión del aparentar, del parecer, del hacer como que…». Y proceder «silenciosamente, haciendo el bien, gratuitamente como nosotros gratuitamente hemos recibido nuestra libertad interior» (Homilía Santa Marta, 11 de octubre de 2016)